"y no sè si nacì para correr pero quizás nací para apostar"
Héroes del silencio
nunca
ya nunca juego a la muerte,
ya nunca juego a la muerte,
y su tinta me quema la espalda,
dos manos,
dados,
dos ojos,
dos ases en el chaleco,
solo un tercer ojo...
tal vez
dos memorias
inconexas,
dos memorias
inconexas,
un par de desmayos,
un centenar de desvelos,
pocos besos sobrantes,
muchos engaños
para mantenerme.
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