Me niego a caer (infinitamente) al abismo.
Despierto,
si, quizá
despierto
y acaricio la idea, de dormir,
y acaricio la idea, de dormir,
ver
niños muertos
en
tus ojos,
despierto,
o quizá no,
escupo
la idea,
de
(no) ver descarnados,
de
una peste,
inaudita,
inaudita,
que
me impregna
soñando
con
un pantalón roto,
(por
que las palabras son la vestimenta del alma)
Que
despierto.
Soñando,
que
no amé
y que no amo
a
la enfermera de alcatraces,
que
me mira
Después
de no morir,
verdadero
suicidio
Del
cual no reviví
.
.
sueño
que vivo en el campo,
y
que la tierra la conservo,
más
allá de las uñas,
de
unas manos,
sucias
sucias
de
no tocarla
Viajar
en
mis hábiles patas,
correr siempre
..
(infinitamente)
bajo
..
(infinitamente)
bajo
la
luz de tu sombra,
la
que creaste,
tú,
para hacerme casi
alguien.
no soy conciencia,
y
la
pus del cansancio
me
sofoca sobre el cenicero.
una
muchacha hermosa,
me
aterroriza,
con
su bella guadaña,
besando
mis labios,
pesando
en mis labios.
me queda un ojo
con
la longitud de los muertos,
y
aunque no lo creas
los
muertos
hablan,
en el agua,
hablan,
en el agua,
confusos,
ensimisman
sus voces,
luchando,
cien
murmullos en el tímpano,
y
puedo
no bañarme,
no
tomar agua,
no.
desearía,
que
escucharas el eco,
que
resuena en el torpe cráneo del viento.
desearía
que
solo sintieras,
lo
que en el esternón
retumba,
y
dejaras
el
hígado descansando un rato.
acaricia
mi piel,
hermosa
tu sin
piel,
solo
usas mis manos,
y
me tocas,
y
cómo acariciarte a ti,
que
ahí,
dónde
te escondes,
eres
el terremoto
que
me cimienta,
que
me absuelve,
me
dicta
me
escucha
me
besa,
así,
aún nos da miedo
la
carcajada de los descarnados,
podría
ofenderte ,
podría
fingir que no me miras,
(por
que [no] me miras)
podría
pero
solo podría pudrir tu piel
me
enferma
cómo
el coma infinito en el que
vivo
y
que vivo
por
morir, viendo lento
y violento,
como
mi ciudad es una isla,
donde
hay cuervos
árboles
lugares comunes
…
…
sobre
el desierto,
no quiero caminar nuevamente
y
es que es tan bello sol, sol es tan bello,
que
no podría describirte,
a
ti abuela
que
se siente abrazarte
en
las noches,
descansar
sin cuerpo,
me
gusta morir todos los días
en
cada cruce de caminos,
besarla
en cada golpe,
pero
no,
no
muero,
y
el infinito
(ese
contenedor continente)
se
desborda.
anda,
trae a Morfeo,
juguemos
ajedrez,
invítame
(como
a Oliverio)
a
jugar con trenes.
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