para sentirme más cerca de mi hogar,
he inventado que los rostros,
parecidos,
a los fantasmas de mi ciudad,
son ellos en efecto.
y me he descubierto añorando más de un encuentro,
me he adaptado el calor,
he rodado en mi bicicleta,
buscando un café,
una librería,
compañía,
con quien hable de supuestos.